Comunicado de Prensa

Controlar el aumento de los casos de influenza aviar en Centroamérica y Sudamérica

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Por primera vez desde 2002, se han notificado 75 brotes de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en nueve países de Centroamérica y Sudamérica. De acuerdo con la información compartida por los países con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), estos brotes ya han ocasionado la pérdida de cerca de 1.2 millón de aves de corral.

En los últimos años, la influenza aviar ha demostrado ser devastadora para las parvadas de aves de corral y de aves silvestres en África, Asia, Europa y Norteamérica. La enfermedad constituye una amenaza mundial para la sanidad animal, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia. Pese a que afecta principalmente a las aves domésticas y silvestres, ocasionalmente puede transmitirse al hombre y a otros mamíferos. Causada por un virus cuyas características genéticas pueden evolucionar rápidamente, la influenza aviar es una enfermedad altamente contagiosa. Numerosos virus de la IAAP han circulado en diversas poblaciones de aves domésticas y silvestres a amplia escala geográfica en los últimos años.

Recientemente, la enfermedad ha entrado en nuevos países de Centroamérica y Sudamérica. Por primera vez, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú y Venezuela han detectado la presencia de IAAP. Chile, que estuvo libre de la IAAP por dos décadas, ha notificado nuevos casos de la enfermedad. Además, su velocidad de propagación es motivo de preocupación, al haber alcanzado estos países en solamente quatro meses. Si bien la mayoría de los casos se han notificado en aves de corral, las especies silvestres también se han visto impactadas por la enfermedad, incluyendo el pelícano peruano Pelecanus thagus) y el pelícano pardo (Pelecanus occidentalis).

Al ser una de las proteínas animales más consumidas en la región, las aves de corral cumplen un papel significativo en el abastecimiento alimentario y la nutrición. En 2021, según la Unión Nacional de Avicultores de México, a nivel mundial, el consumo de pollo en Brasil, Perú y Argentina se ubicó en primero, tercero y quinto lugar respectivamente. La producción avícola es el subsector agrícola de mayor crecimiento y representa una fuente de ingresos para miles de familia.

Cuando ocurre un brote de enfermedad, usualmente se recurre a una estrategia de control efectiva que implica la matanza selectiva de todas las aves de corral en las granjas afectadas y en riesgo a efectos de detener su propagación. Aunque fundamentadas en principio científicos, tales estrategias causan inevitablemente pérdidas económicas para los productores y un impacto duradero en su sustento. Por consiguiente, prevenir la incursión de la influenza aviar es clave en términos de sostenibilidad de la industria agrícola y de los intercambios comerciales.

En respuesta a los casos recientes en la región, la OMSA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) crearon un grupo permanente de expertos en influenza aviar, dentro del contexto de su iniciativa conjunta del Marco Global para el Control Progresivo de las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (GF-TADs). El grupo aspira a ofrecer orientaciones en cuanto a acciones preventivas, de preparación y respuesta frente a la emergencia de influenza aviar en la región. Su primer encuentro tuvo lugar el 13 de diciembre de 2022 y en él se formuló una lista de recomendaciones.

Dra. Eva luz Martínez Bermúdez, delegada de Perú ante la OMSA

Cuando se confirmó el primer caso en Sudamérica, informamos a las principales actores del sector avícola para que tomaran las medidas apropiadas con el fin de minimizar los impactos de la enfermedad.

Las recomendaciones reiteran la necesidad para que todos los sectores implementen estrictas medidas de bioseguridad a través de la cadena de valor de las aves de corral con el fin de prevenir brotes ulteriores. Igualmente, destacan la importancia de mantener a las aves infectadas separadas de las sanas y de limpiar y desinfectar las instalaciones avícolas. Además, se interesan en las aves silvestres, incluyendo la necesidad de programas de vigilancia y de medidas de bioseguridad reforzadas destinadas a evitar el contacto directo e indirecto entre las aves domésticas y las silvestres y, por consiguiente, la posible propagación de la enfermedad. Este aspecto, resulta esencial en la prevención de los brotes en las poblaciones de aves y en la introducción del virus en nuevas parvadas de aves de corral.

Dr. Luis Barcos, Representante regional de la OMSA para las Américas

Es crítico que los Miembros notifiquen oportunamente a la Organización Mundial de Sanidad Animal los brotes de manera que se garantice un seguimiento adecuado de la evolución y propagación de esta enfermedad animal transfronteriza.

A la luz de estos eventos, la OMSA hace un llamado a los países de la región para que coordinen e intensifiquen sus esfuerzos de vigilancia y prevención. Según lo requieran los países, los laboratorios de referencia de la OMSA especializados en la influenza aviar pueden apoyar a los laboratorios nacionales en el diagnóstico de sus muestras. Se convoca a los países a compartir cualquier información relevante propia de su situación epidemiológica con el fin de detener la propagación de la enfermedad y garantizar un mundo más seguro para todos.