El aumento del contacto entre los seres humanos, la fauna silvestre y el ganado, y los impactos negativos sobre la biodiversidad de las actividades humanas no sostenibles, conducen a la aparición de enfermedades que pueden amenazar la salud humana y animal.
Los Servicios Veterinarios desempeñan un papel esencial en la prevención de la aparición de enfermedades y en garantizar la seguridad alimentaria.
Un entorno político, normativo y científico que permita a los Servicios Veterinarios aplicar un seguimiento, una vigilancia y una gestión eficaz de la sanidad de la fauna silvestre es fundamental. Esto se encuentra reflejado dentro del nuevo Marco Sanitario de la OIE para la Fauna Silvestre, cuyo objetivo es reforzar las estrategias de Una Sola Salud para gestionar el riesgo de aparición de enfermedades y proteger la sanidad de la fauna silvestre.
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