La propagación de la influenza aviar ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos años, y el continente americano no ha sido la excepción. Solo en el transcurso de 2024 y lo que va de 2025, se han reportado 406 brotes en aves de corral y 1,326 en aves no domésticas, incluidas especies silvestres. También se han notificado casos en mamíferos, como en el ganado lechero, lo que pone de relieve la capacidad del virus para atravesar las barreras entre especies. El avance del virus representa una amenaza para la sanidad y el bienestar animal, además de afectar a las economías locales y comprometer la disponibilidad de alimentos. El reciente aumento desmesurado del precio del huevo y otros productos avícolas en la región de las Américas es un ejemplo directo del impacto en los consumidores.
En un contexto donde la enfermedad continúa propagándose en varios países de América, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organizó la tercera reunión del Grupo Permanente de Expertos en Influenza Aviar. Esta red, creada en el marco del Programa Global para el control de las Enfermedades Animales Transfronterizas (GF-TADs), reúne a científicos de renombre para asesorar a los países en la gestión de esta crisis sanitaria. Además, la reunión contó con la participación de representantes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), la Agencia de Sanidad Agropecuaria y Seguridad Alimentaria del Caribe (CAHFSA), la Secretaría General de la Comunidad Andina (SG CAN) y de asociaciones privadas como Feedlatina y la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA).
Durante la reunión virtual celebrada el 19 de febrero, se presentó una actualización sobre la situación regional y global de la influenza aviar, basada en los datos reportados por los países a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS). Además, los expertos revisaron las estrategias de vigilancia de nuevas cepas que se están implementando en el ganado lechero en Estados Unidos y Canadá. Asimismo, se resaltó el próximo lanzamiento de la Estrategia Mundial para la Prevención y Control de la Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) 2024-2033, que se presentará oficialmente en un seminario web el 3 de marzo.
Los participantes coincidieron en que, debido a la alta capacidad de adaptación del virus, es fundamental seguir fomentando espacios de cooperación donde se compartan hallazgos científicos y se refuercen los mecanismos de reporte oportuno sobre brotes y nuevas especies afectadas.
En este escenario, el trabajo conjunto entre organismos internacionales, gobiernos, el sector productivo y la comunidad científica es clave para anticiparse a los desafíos que plantea la influenza aviar. La implementación del enfoque «Una Sola Salud» puede facilitar el desarrollo de una vigilancia robusta, estrategias de control efectivas y una comunicación fluida entre los actores involucrados. Esto permitirá reducir el impacto de esta enfermedad, fortalecer la resiliencia de los Servicios Veterinarios y el sector avícola en la región, y garantizar la seguridad alimentaria a nivel global.
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