Para celebrar el Día Mundial de los Animales Acuáticos, el 3 de abril, hablamos con el Dr. Krishna Kumar Thakur y el Dr. Larry Hammell -actual y anterior Directores del Centro Colaborador de Epidemiología y Evaluación del Riesgo de Enfermedades de los Animales Acuáticos de la OMSA- sobre los principales retos a los que se enfrenta el sector de la sanidad de los animales acuáticos y el papel fundamental que desempeña en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad mundiales.
Krishna: Los animales acuáticos se enfrentan a varias amenazas importantes, siendo el cambio climático una de las más urgentes. El aumento de la temperatura de los océanos, su acidificación y los cambios en la calidad del agua pueden afectar directamente a su sanidad, reproducción y estabilidad del hábitat.
Las enfermedades infecciosas, sobre todo las emergentes, son otra de las grandes preocupaciones. Con la expansión de la acuicultura y los cambios en el clima, aumenta el riesgo de brotes de enfermedades. Además, las interacciones entre las especies cultivadas y las poblaciones silvestres pueden provocar la propagación de enfermedades, afectando tanto a los animales acuáticos cultivados como a los silvestres.
La percepción pública también influye, sobre todo en los casos en que se crían especies no autóctonas o cuando surge la preocupación por el bienestar animal. Aunque esta preocupación en la acuicultura todavía no es tan importante como en la producción de animales terrestres destinados a la alimentación, puede influir en la aceptación de los consumidores.
La resistencia a los antimicrobianos es un problema emergente, aunque todavía no se le presta tanta atención como en el caso de los animales terrestres. Ciertas enfermedades y parásitos ya muestran resistencia y, a medida que se intensifique la producción, se espera que este problema se convierta en una amenaza mayor, lo que requerirá estrategias de gestión proactivas para garantizar prácticas acuícolas sostenibles.
Larry: Además de los retos mundiales, las enfermedades endémicas suponen una amenaza importante para los animales acuáticos destinados a la alimentación. Para los productores, la principal preocupación suelen ser las enfermedades con repercusiones locales, es decir, aquellas que pueden no estar clasificadas como restrictivas del comercio pero que, aun así, pueden causar pérdidas importantes.
Los patógenos locales pueden ser especialmente problemáticos porque los medios acuáticos facilitan la propagación de los agentes infecciosos. El agua sirve de medio natural para la transmisión de patógenos, lo que aumenta el riesgo de brotes que pueden afectar tanto a las poblaciones cultivadas como a las silvestres. Las medidas de bioseguridad eficaces, la detección precoz y las estrategias de gestión de enfermedades son esenciales para mitigar estos riesgos y garantizar la sostenibilidad de las explotaciones acuícolas.
Piscifactoría. Se calcula que la oferta de alimentos de animales acuáticos tendrá que crecer un 13% en América Latina y el Caribe, y un 12% en Norteamérica para mantener los niveles de consumo per cápita hasta 2050
Krishna: El cambio climático está teniendo un profundo impacto en la distribución y la dinámica de las enfermedades de los animales acuáticos. Patógenos que antes estaban restringidos a ciertas regiones se están extendiendo ahora a muchas otras partes del mundo.
Además, cepas no virulentas de patógenos están evolucionando para hacerse más virulentas en condiciones ambientales cambiantes. Muchas enfermedades se están agravando y su prevalencia está aumentando. El cambio climático en las comunidades microbianas también está provocando disbiosis, en las que organismos que antes eran comensales o simbióticos pueden convertirse en patógenos. Estas alteraciones del equilibrio microbiano pueden comprometer la sanidad y la resistencia de las poblaciones acuáticas.
Larry: Las tasas de replicación de parásitos y bacterias están muy influenciadas por la temperatura del agua. Cuando la temperatura del agua sube, aunque sea un grado, la dinámica huésped-patógeno puede cambiar por completo, y estos patógenos pueden requerir rápidamente mucha más gestión.
El delicado equilibrio se ve alterado, lo que a menudo debilita la respuesta inmunitaria del huésped al tiempo que favorece la replicación y transmisión del patógeno. Esto puede provocar un aumento de los brotes de enfermedades, mayores tasas de mortalidad y cambios en la distribución de las especies a medida que los productores buscan condiciones ambientales más favorables.
Krishna: Se han logrado avances significativos en diversos aspectos de la sanidad de los animales acuáticos, especialmente en la acuicultura del salmón. Las mejoras en los métodos de diagnóstico, el desarrollo de vacunas, la investigación epidemiológica y las medidas de bioseguridad han reforzado las estrategias de prevención y control de enfermedades. Sin embargo, muchos ámbitos están aún en fase de desarrollo, y queda mucho trabajo por hacer para mejorar la capacidad de recuperación de los sistemas acuícolas.
Larry: Uno de los avances más notables es la detección de patógenos. Nuestra capacidad para identificar y caracterizar patógenos se ha vuelto muy precisa, lo que permite una intervención temprana y una gestión más eficaz de los brotes de enfermedades. Además, la amplia investigación epidemiológica ha permitido profundizar en las complejas interacciones entre los patógenos y las enfermedades.
Krishna: Uno de los principales desafíos en las Américas es la diversidad de especies acuáticas cultivadas en toda la región. Desde el salmón en Canadá, el norte de Estados Unidos y Chile hasta la tilapia y el bagre en Brasil, las diferentes especies se enfrentan a distintas amenazas de enfermedades. Si bien existen programas eficaces de vigilancia rutinaria para ciertas enfermedades, todavía hay brechas para otras, lo que deja a algunos sectores más vulnerables a los brotes.
Larry: Un reto importante en las Américas es la falta de sistemas sólidos de registro y seguimiento de animales. En muchos países es difícil controlar dónde y cuántos animales acuáticos se crían, especialmente las especies destinadas al consumo doméstico. Las explotaciones no registradas dificultan la vigilancia y aumentan el riesgo de brotes y propagación de enfermedades debido a la falta de aplicación de buenas prácticas.
El acceso a los servicios veterinarios es otra cuestión clave. En algunas zonas, los profesionales veterinarios pueden carecer de experiencia en sanidad de los animales acuáticos, y los servicios de diagnóstico pueden ser limitados. Como consecuencia, los productores pueden recurrir a tratamientos ineficaces, como el uso erróneo de antibióticos para enfermedades víricas, lo que contribuye al creciente problema de la resistencia a los antimicrobianos.
Para hacer frente a estos retos, la formación de profesionales veterinarios en epidemiología y vigilancia de enfermedades ha demostrado su eficacia. Sin embargo, garantizar que estos conocimientos lleguen a los productores, y no sólo a los organismos gubernamentales, sigue siendo una lucha constante. Ampliar la disponibilidad de veterinarios y especialistas en sanidad de los animales acuáticos, sobre todo en zonas agrícolas remotas, es crucial para mejorar la prevención de enfermedades, la vigilancia y las prácticas de tratamiento responsable en toda la región.
Larry: La OMSA desempeña un papel crucial en el fortalecimiento de la sanidad de los animales acuáticos mediante la formación de funcionarios públicos en vigilancia, prevención y control de enfermedades. A través de su red mundial de expertos y Centros Colaboradores, la Organización proporciona orientación científica y apoyo técnico a sus Miembros, ayudándoles a mejorar sus programas nacionales de sanidad de los animales acuáticos.
Una de las principales contribuciones de la OMSA es la elaboración de normas internacionales que faciliten el comercio seguro de animales acuáticos y sus productos. Estas normas ayudan a los países a aplicar medidas eficaces de bioseguridad, sistemas de vigilancia de enfermedades y prácticas de producción responsables.
Larry: Como institución académica y de investigación, nuestro Centro Colaborador se enfoca en la aplicación de conocimientos epidemiológicos para apoyar a los miembros de la OMSA mediante proyectos específicos e iniciativas de capacitación. Formamos regularmente a estudiantes de máster o doctorado, ayudándoles a adquirir experiencia para que puedan aplicar sus conocimientos en sus países de origen. También proporcionamos orientación directa a los gobiernos, ofreciéndoles asesoramiento sobre epidemiología aplicada, estrategias de vigilancia y políticas de control de enfermedades.
Krishna: Ayudamos a diseñar y evaluar programas de vigilancia, evaluando las prácticas de bioseguridad existentes e identificando sus brechas. Además, contribuimos a mejorar la gestión de enfermedades identificando factores de riesgo clave y sintetizando pruebas científicas mediante revisiones sistemáticas y metaanálisis. También desempeñamos un papel en la validación de herramientas de diagnóstico y la cuantificación de la precisión de las pruebas, garantizando que los métodos de detección de enfermedades sean fiables y eficaces.
Tanques utilizados para la cría de tilapia en Brasil. En las Américas hay otro Centro Colaborador para la Administración de Antimicrobianos en la Acuicultura (CASA) que presta apoyo en ese ámbito
Krishna: A medida que aumente la población mundial y la demanda de proteínas de alta calidad, la producción de animales acuáticos tendrá que crecer. Sin embargo, este crecimiento conlleva un mayor riesgo de enfermedades infecciosas. El cambio climático seguirá afectando, por lo que debemos estar preparados aprovechando los conocimientos científicos existentes e invirtiendo al mismo tiempo en nuevos recursos, sobre todo vacunas y tratamientos, para garantizar que nuestros alimentos procedan de animales sanos producidos en un entorno saludable, sostenible y ético.
Larry: Producir peces sanos en ambientes sanos es clave para la seguridad alimentaria. Para lograrlo, debemos centrarnos en la detección precoz, el control y la prevención de enfermedades antes de que se produzcan brotes.
En acuicultura, la gestión de las enfermedades a nivel poblacional es fundamental: una intervención precoz puede reducir significativamente el impacto y evitar una mayor propagación. La epidemiología desempeña un papel clave en la comprensión de la dinámica de las enfermedades, lo que nos permite aplicar estrategias eficaces de vigilancia y respuesta para proteger tanto a las poblaciones acuáticas de piscifactoría como a las silvestres.
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